domingo, 13 de junio de 2010

Tazas de té


Ayer me di cuenta que en mi casa no tenia tazas. Y que hacia mucho tiempo que no tenia ni una. Me lo recordó un amigo una de estas mañanas mirandome con esa mirada que reconozco, cuando queriamos tomar el tecito. Sí, ese mismo que él me enseñó a hacer y que ahora parece ser que reemplazará definitivamente al té de hierbas naturales La Virginia, o al más rico Inti Zen del supermercado Disco que tiene un precio altiisimo. Ufff Bravo, al fin! - me dije- Siempre es bueno recordar que el té se hace con esos bienes que nos dá la Tierra y que además está tan cerca nuestro y que por estar tan urbanizados nos olvidamos que está.

Bueno, pero volviendo a las tazas, ayer me acordé que solo quedaban colgaditos de los azulejos mis viejos pero hermosos pocillos tupperware de colores violeta y fucsia, pero en verdad mi té ameritaba otro recipiente que lo contenga más cálidamente.

Asi que sin dudar, pasé por un hipermercado a comprar una taza, sí una taza! . En general si las ferias artesanales no están los dias de semana para adquirir un bello tazón de cerámica, terminamos en una góndola de cualquier supermercado adquiriendo lo que se encuentra en oferta.

Y encima a mí me gustan esas tazas de vidrio transparente que se puede mirar y observar lo que uno está bebiendo y además apreciar el color de la infusión, y las semillas y las flores que nadan felices dentro, también a través del vidrio ver el rayo de sol de la ventana o los ojos de los demás...ahhh...¡ cuántas cosas con una taza de vidrio!

Recorrí algunos pasillos del hipermercado y solo habia esas tazas que dicen cual argentino viviendo a lo yankee: "Coffee, Tea, Good Morning" o en la mejor de las suertes el nombre de uno con bichitos al lado pintados con cara de locos, mmm...pero ninguna me convencia.
También más allá encontré otras tazas que tenian como una inscripción en letras, sueltas desordendas, o tu nombre en diminutivo ...pero,¿ y las de vidrio transparente? ¿traslúcidas, claras como uno quiere que sean sus mañanas ? ¡no las encontraba...!

En fin, sin rendirme como es mi costumbre, segui caminando entre el hiperconsumo y el desarrollo y alli en un rincón junto a platos, y pocillos de café, ahi estaban ! qué alegria! encontré las tazas!
Sí ! transparentes, tráslúcidas, incoloras como el agua, claras como el deseo de las mañanas, y me sonreí, como no alegrarse con semejante hallazgo ¿no es cierto? así que tomé con mis dos manos una, me la acerqué y senti el aroma, hice viajar el jenjibre, la canela, y mi emoción por allí en unos segundos nomás, como probando el sueño sutil de lo posible.
Y me dije, " esto es lo que buscaba" - La llevo- determiné definitivamente.
Y giré, y empecé a caminar de nuevo, pero algo me hizo volver. Pensé que siempre llevamos dos tazas cuando hacemos esta compra. Y que hasta a veces tambien compramos cuatro. Nunca tres o cinco tazas. Dos o cuatro. Qué curioso- me dije- ¿qué tendrán los números pares...?

Cuando me puse a divagar en el asunto ya eran casi las siete de la tarde. Asi que tomé mis dos tazas que despertarian mi despertar claro y dormirian mi anochecer estrellado, y marché a casa, sonriente, a preparar entusiasta el té y beberlo feliz...
y a contar otra vez el cuento de había una vez un té que quería ser tuyo y mío...claro como la mañana , de ella, de él >

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