
Me fui despacio, de ojotas caminando, tomé un helado de menta granizada y crema americana, de nuevo se terminó el mascarpone! será posible!
Y después con el helado cuasi derretido fui a sacarme uno a uno los muñequitos que habitan en mi panza y ahora me encuentro con un salpullido rojo, desparramado en toda mi piel, que mira a mis dedos, ávido de que me cuente algo acerca de eso...aaa acerca de los muñequitos.
bueno, acerca de esto de las energías! y que funciona, funciona de verdad...
Cuando te dicen que algo o alguien se te queda atragantado en la garganta, atención porque te pillás una angina.
En cambio a mí " los algos y los alguien malos " se me quedan enroscados en los intestinos, previo paso por el estómago, la bilis o el hígado.
Lo cierto es que no todos los vivientes somos iguales, ni manifestamos del mismo modo. A mí se me dio por un salpullido disperso, uniforme, veteado, que se dispuso a revelar tantas cosas que me quedé asombrada,atónita, inmune !
Ahhh y no es que soy alérgica a los helados, ni al verano, ni a las ojotas, mucho menos al cambio climático, más que menos alérgica a las brujas.
Es que los muñequitos malos tenian que salir de mi panza alguna vez de una vez por todas y volar a otra estratosfera lejos , tan lejos, que ni mi mente pueda seguirlos en los pensamientos, ni mi alma en los sentimientos...ni el color rojo iluminarlos en su partida.

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