
Atardéceme, desayúname, desconoceme
Y devástame para comenzar de nuevo,
Y cuando no tenga nada que decirte
no me apresures, para que yo escuche
mi silencio; soy nadador en el mar del
presente, sueño en el sueño de la vigilia
con habitarte, con habitar tu continente
No le temo a la muerte
Y estoy ausente de respirar,
Tengo los dedos mudos
Pero ninguno te va a tocar...
a vos.
Hoy no te vi, no tengo fé
¿Adonde estas?
Lisandro Aristimuño

No hay comentarios:
Publicar un comentario